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Sesión Especial a 30 años del retorno de la democracia

Tandil, 25 de Octubre de 2013

El miércoles en el Concejo Deliberante

El miércoles 30 se cumplirán tres décadas del triunfo electoral de Raúl Alfonsín que abrió la puerta a la democracia tras un largo y sombrío período sembrado de Golpes de Estado. Las fechas de la ignominia quedaron grabadas a sangre y fuego en 1930, 1943, 1955, 1962, 1966 y 1976.


Tras la última dictadura, tan ilegítima como las demás pero destacada por su violencia, el 30 de octubre de 1983 los argentinos comenzaron a transitar, tal vez sin intuirlo entonces, lo que a la postre sería la más sólida etapa de estabilidad democrática desde la instauración de la Ley Saenz Peña.


Por este motivo, el presidente del Concejo Deliberante, Juan Pablo Frolik, convocó a una sesión especial de la legislatura municipal.


“Llevamos tres décadas sin interrupciones a gobiernos legitimados por el voto popular, antes de 1983 solamente habían podido culminar sus mandatos constitucionales Hipólito Yrigoyen, Marcelo Torcuato de Alvear y Juan Domingo Perón”, recordó el abogado.


Frolik -que en aquel histórico octubre del ’83 tenía 23 años y estudiaba Derecho en Bueno Aires- vino a votar a Tandil. “Nos encontramos con mi hermano y hermanas y fuimos parte, como todos los argentinos, de una jornada llamada a quedar en la historia grande de la nación, aunque aquel domingo todavía no podíamos saberlo, nos permitíamos soñar con la vuelta de la democracia pero no teníamos certeza de cuánto duraría”.


Las tres décadas de continuidad “son mérito de todos los argentinos y argentinas, la democracia no nos la regaló nadie, la ganamos con lucha, resistencia y militancia, aprendiendo también que el que piensa distinto no es el enemigo sino un adversario circunstancial y que todos somos necesarios para llevar el país adelante”.


Frolik aseguró que la tarea emprendida por Alfonsín ese día se aprecia hoy en toda su magnitud. “Había que cicatrizar un tejido social lacerado por la brutalidad de la dictadura, además de tratar de enderezar el país porque los dictadores habían destruido también las instituciones y la economía”, memoró el dirigente.


“Hoy vamos a elecciones cada dos años para confrontar modelos e ideas y a nadie se le ocurre pensar siquiera que un gobernante no termine su mandato, ya nadie duda que la democracia puede no ser perfecta pero es el mejor sistema que existe, en esa aseveración está más vivo que nunca el legado de Raúl Alfonsín”.