Por la resistencia a la instalación del destacamento policial
La revuelta iniciada el domingo 2 de febrero por un grupo de personas -en su mayoría jóvenes- en oposición a la instalación del destacamento policial en el barrio Las Tunitas, originó en el seno del Concejo Deliberante distintas acciones tendientes a abordar el problema.
Desde el bloque del Frente Progresista Cívico y Social el licenciado en psicología Adolfo Loreal inició una serie de consultas con distintos actores de la comunidad relacionados con minoridad, adicciones y problemáticas sociales. Además se ha contemplado escuchar a referentes del barrio que integran a instituciones del deporte y la educación.
En esta línea de trabajo la semana pasada concurrieron a la legislatura municipal Fabio Molinero, a cargo de la ayudantía fiscal Nº 22; la agente fiscal del Fuero Penal Juvenil, María de los Ángeles Marsiglio y el asesor de incapaces, Ezequiel Belaunzarán. Los abogados fueron recibidos por los concejales radicales Néstor Müller, Sergio Lunghi, el propio Loreal y el secretario de los ediles del PRO, Francisco Sola, en carácter de oyente.
Los invitados brindaron datos que, sumados a otros aportes de quienes participan en estos encuentros, son de utilidad para la elaboración del diagnóstico. Además, el caso permite extrapolar conclusiones a otros sectores de la ciudad y evaluar las mejores vías de acción.
“Hay jóvenes que atraviesan momentos difíciles en sus vidas y encuentran un camino fuera de la violencia y el delito en el Programa Envión o en otras alternativas que brinda el Estado, pero estamos analizando qué pasa con los que quedan afuera de esas redes de contención, qué se puede hacer para mostrarles un camino y cuáles son los organismos que pueden elaborar una respuesta”, explicó Loreal.
"Tras el caso Tunitas hubo varias lecturas; algunas concluían que nunca se hizo nada desde las instituciones y otras hablaban de una pandemia, de una situación de alcance global. Para desmitificar esto hay que decir que son diez los casos puntuales en estudio porque ese es el número de personas que intentó resistir la llegada del destacamento que el resto del barrio pedía a gritos. Entonces no se puede decir que hay una situación de desborde social cuando de todo un barrio son diez los que originaron los incidentes", puntualizó.
El concejal radical hizo notar además que debe tenerse en cuenta la complejidad y características de estos hechos en toda su dimensión, así como la cantidad de casos, que es un dato más y que también es necesario. “No es lo mismo formar un equipo para una decena de casos que para mil”, ejemplificó.
En la última etapa del trabajo los ediles acordaron citar a miembros de la Escuela Nº 10, del Club Del Cerro y de la ONG Reinventar Tandil, instituciones de referencia en el barrio.