La ordenanza se ha diseñado para establecer reglas de cumplimiento y autorización de uso y transporte de contenedores metálicos, flexibles y pallets, para el depósito y transporte de residuos, desechos, escombros y todo otro tipo de materiales. Así resumieron María Haydeé Condino (Juntos) y Nicolás Carrillo (Frente de Todos), voceros de la iniciativa.

El Concejo Deliberante busca así establecer mayores precauciones, incluyendo correcciones a la legislación vigente, al establecer pautas claras y precisas respecto a la ubicación y señalización.

La rotulación reflectiva de los contenedores debe ser idéntica o similar a la que especifica la Ley de Tránsito 24.449 para los vehículos. Allí se indica una escala de reflectividad y se establece que los elementos que se utilicen deben estar homologados por las normas IRAM.

Hay consenso en el sentido de establecer reglas más claras respecto de la señalización y ubicación de los contenedores, puesto que el incumplimiento de lo establecido puede ser motivado por malas interpretaciones de la normativa en vigencia.

Para dar efectivo cumplimiento a estas normas se considera imprescindible que el Municipio cuente con un marco normativo funcional que le permita ejercer controles y evitar la colocación de contenedores cuando no cumplan con los requisitos establecidos en la ordenanza, por tratarse de elementos que atentan contra la integridad física de las personas en tránsito.


Una ordenanza para nuevas realidades

La norma que buscan actualizar los legisladores municipales no contempla algunos casos que son producto de la evolución tecnológica de la sociedad, como los contenedores flexibles de tela de rafia de polipropileno. Estos contenedores, llamados usualmente “bolsones de materiales”, permiten brindar un servicio de bajo costo y tienen una alta durabilidad. Y si bien son de un material liviano, al estar llenos de arena, polvo de piedra o cualquier otro material para la construcción resultan casi tan peligrosos como un contenedor de metal.

Por otra parte, en muchos casos las exigencias impuestas por la normativa vigente son de cumplimiento imposible, lo que coloca a los administrados en un estado de infracción permanente.

Estos aspectos dejan en claro la necesidad de modificar la norma actual para que esta se adapte y pueda acompañar los cambios que se dan en la sociedad y en esa línea vienen trabajando los concejales.

En otro aspecto, la ordenanza vincula con el cuidado del ambiente, pues trae como novedad la creación de registros de empresas, de uso y disposición final de volquetes. Esta herramienta va a permitir un control y seguimiento de los residuos que se vuelquen en los contenedores.