El concejal Hugo Escribano fundamentó su negativa al proyecto impulsado por sus pares del FpV por considerar que es extremadamente costoso: “Aunque en Tandil hay alrededor de 50 plazas, supongamos que apenas tomamos diez de ellas en consideración y contratamos los cuatro placeros que se necesitan para cada una, para contemplar los turnos de los siete días de la semana. Eso le costaría al Municipio más de un millón de pesos, pagando salarios de $2000 con las cargas sociales incluidas y los aguinaldos”.

El legislador dijo que, si el Municipio dispusiera de ese dinero, sería mejor destinarlo a obras de infraestructura, como ampliaciones de redes de gas, asfalto o cordón cuneta.

Además, consideró que, aunque las plazas son blanco de ataques vandálicos, “no es una situación descontrolada ni mucho menos, sino algo que se prevé y que mayormente es obra de irresponsables que no se dan cuenta de que perjudican a los chicos de su barrio cuando dañan el lugar donde estos van a jugar”.

Por último, estimó que el proyecto presentado por los ediles de la oposición fue “lanzado al voleo, sin siquiera hacer un estudio mínimo del costo de contratar personal para el cuidado de las plazas y por ese motivo no podemos acompañar un proyecto que carece de seriedad”.